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PREMIOS CSIF 2019

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Los profesores de la UPM José Luis Llavona y Luis Dochao Moreno, ganadores en la categoría de Docencia en el ámbito universitario (Foto: Santiago Villamediana).

Junto a la excelencia, viene el reconocimiento

William Makepeace Thackeray

Si bien es cierto que no siempre se cumple esta premisa, afortunadamente la mayoría de las veces sí. La excelencia no es algo que se pueda regalar. Se alcanza o no. Pasión, esfuerzo y dedicación son los tres motores; no hay medias tintas en este trayecto. La excelencia, por tanto, es inapelable. Y así se consideró en la segunda edición de los Premios CSIF, al reconocer la labor docente de los profesores José Luis Llavona Arregui y Luis Dochao Moreno (imagen), ambos profesores de la Universidad Politécnica de Madrid, concediéndoles el primer premio en la categoría de Docencia dentro del ámbito universitario por su proyecto “Correspondencia comercial y profesional en inglés” .

Ahora entrados en el 2019 y teniendo como referencia e introducción el éxito de los dos años anteriores, se convoca la III Edición de los Premios CSIF Educación Madrid, cuyo objetivo es hacer visible la labor de los docentes (junto con sus investigaciones) de la comunidad de Madrid y  premiar su esfuerzo, y cuyo lema reza “CSIF reconoce tu labor”.

El plazo para presentar candidaturas finalizará el próximo 8 de abril.

Bases de la convocatoria y formulario de nominación

 

Para finalizar, aquí os dejamos unas preciosas líneas de José Luis Llavona Arregui, uno de los integrantes del tándem docente de la UPM, y de una delicadeza incuestionable.

 

Cuando el detalle importa

Conocí de cerca a una persona que dedicó su vida a la Docencia. Fue Maestra durante casi 50 años, muchos de ellos en un pueblo de Asturias desde la posguerra hasta los años 70. Como tantas mujeres de su época, tenía que atender a su familia en casa como primera obligación, además de hacer su trabajo. Esa persona era mi Abuela, y en todos los años en que tuve la suerte de poder hablar con ella, nunca la oí quejarse de la Escuela, de Su Escuela.

Cuando se jubiló, no había año que no fueran a visitarla sus alumnas, a las que ella se refería como sus niñas (aunque algunas de ellas ya fueran sexagenarias). Yo no me quedaba durante esas visitas, pero sí recuerdo que, sobre todo, se las oía reír (¡y cómo!) recordando aquellos tiempos de la Escuela. Después de esas visitas mi abuela se podía pasar días hablándonos de cómo una había llegado a ser abogada, la otra enfermera, otra economista… y, al contarlo, se le iluminaba la cara. Ella era consciente de que tenía parte de “culpa” del éxito profesional de sus alumnas, por haberles transmitido un gusto por el aprendizaje que en muchos casos no iban a encontrar en sus casas.

Estoy convencido de que tanto antes como ahora hay muchos Docentes (desde las escuelas infantiles hasta la universidad) que, al igual que mi Abuela, son capaces de inspirar a sus alumnos, hacerles creer en sí mismos y en el valor del esfuerzo. Y no lo hacen porque esperen una recompensa; lo hacen porque no conocen otra forma de hacer su trabajo: echándole pasión y entusiasmo. No lo hacen esperando un reconocimiento. Nosotros no merecemos este Premio más que todos ellos y nos gusta pensar que lo recibimos en su nombre.

Queremos agradecer al CSIF la iniciativa de premiar la docencia, porque, al final, se trata del detalle, y el detalle importa.

Va por ti, María Luisa.

Jose Luis LLavona Arregui
T.E.U. del Departamento Lingüística Aplicada a la Ciencia y la Tecnología

Photo by Santiago Villamediana