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Negociación RPT. Alguna luz y muchas sombras

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Han bastado tan solo dos sesiones de negociación para la modificación de la RPT para que la unidad sindical quede rota.
La Vicegerencia en su primera reunión impuso tanto el calendario como las normas de procedimiento: La información se enviaría con 48 horas de antelación al inicio de la reunión y ningún documento nuevo entraría a debate.
Sin embargo, como parece que las normas están para incumplirlas, fue suficiente una segunda sesión para enviar la documentación sin cumplir el plazo establecido. La consecuencia fue evidente: una reunión donde todos introducían sus propuestas, ni conocidas ni debatidas por la Comisión Permanente de la Junta, propuestas sin una postura conjunta de la parte social. CSIF se opuso a esta nueva forma de negociación. CSIF no va a dar respuesta a las propuestas de Gerencia si previamente no han pasado a debate y consenso del resto de Sindicatos, pues aquí no vale el » y yo más».
En la propuesta de la Gerencia nos llama muchísimo la atención que, queriendo realizar supuestamente una modificación amplia y de futuro de la RPT, tan solo esté dotada con 210.000 € para una plantilla de 847 efectivos. Y nos parece escasa esta cuantía teniendo en cuenta que, si acudimos a los datos económicos de la UPM (Portal de Transparencia), en el año 2012 se dotaba un Presupuesto de más de 44 millones de euros para una plantilla de 1.167 Funcionarios y, 7 años después, se dota un presupuesto de 38 millones de euros para una plantilla actualmente de 847 Funcionarios. Nos resulta curioso que con una plantilla un 30% menor que la del 2012, la reducción de partida presupuestaria sea de un 15%, sin que nuestras retribuciones se hayan visto afectadas en positivo, ni ahora se tenga en cuenta ese hipotético remanente.
En febrero y por vía exprés, sin acuerdo con la Junta, se creó en la RPT una nueva vicegerencia con un coste de aproximado de unos 90.000 €. Solo esta plaza supone el 40% de lo que ahora nos ofrece el Gerente para el resto de funcionarios de la UPM. Parece que como ya se repartió el premio gordo del sorteo, ahora solo queda repartir alguna pedrea y algún reintegro.
Al menos, aunque la cuantía es escasa, la propuesta parece justa ya que, entre otros, se propone igualar específicos a puestos base y jefes de negociado.
El resto de funcionarios, aproximadamente el 80% de la plantilla, ahogaremos nuestro pesar en un  plan de carrera profesional de promoción horizontal y un ambicioso plan de futuro de promoción interna a 4 años. Aunque desde CSIF creemos que, viendo la edad media de la plantilla, llegará antes la jubilación que la hipotética promoción horizontal.
En cuanto a la promoción interna, un poco más de lo mismo, porque esta Gerencia no ha demostrado ninguna solvencia a este respecto. Estamos en su cuarto año de gestión y en su balance sólo consta una convocatoria libre de auxiliares. No existía impedimento legal alguno para la promoción interna y esta Gerencia incumplió su programa electoral. Pero claro ya todos somos conscientes que los programas están para incumplirlos.
La modificación de la RPT como instrumento técnico sobre el que las administraciones diseñan su estructura de personal se debe acometer a dos niveles, por un lado para mejorar la organización y el aprovechamiento de los recursos pero también como un aliciente para la plantilla, por lo que debería venir respaldada económicamente.
Desde CSIF ponemos la máxima disposición en la negociación pero siendo sinceros vemos complicado que realmente se consiga una modificación que atienda a las necesidades reales de la universidad: “Donde hay poco mimbre no se realizan buenos cestos”.